#CoachellaRMX: Kamasi Washington de la tierra al cielo
Jair Cardoso 23/04/2018

Kamasi Washington

Jair Cardoso
Segundo fin de semana consecutivo, bajo el común denominador del festival del Valle de Indio California, Coachella; Kamasi Washington da la bienvenida a la audiencia en compañía de un ejército de músicos justo antes de caer la noche como si el sol hubiera esperado todo el día para ver el acto. Se fue lento y pintó las nubes de colores solo para participar una vez más junto a la música y la magia, que Kamasi, dejaría en la tarima del escenario Outdoor. Así fue como entre grandes producciones visuales, el baile de “drops”, las fotos, las redes, los “outfits” y la reinvención en la manera de escuchar la música, así fue que floreció el Jazz en el panorama de Coachella; siempre celoso en su esencia, pero generoso para aquellos que lo ejecutan con el alma.
Con un fuerte movimiento del instrumento del jazzista, como un mantra de guerra desde abajo hacia arriba, marcando el tiempo para iniciar un set que de principio a fin cura. Con pequeñas intervenciones entre canciones, Kamasi Washington aprovecha, lento pero firme, para dar discurso de amor y de celebración por nuestras diferencias como seres humanos. De la misma manera, aprovechó para anunciar su nuevo disco “Heaven on Earth” que incluye esas canciones que caminaron de la mano en el show con otras incluidas en “Harmony of Diference”. Para la mitad de Truth, la audiencia vibraba a la misma frecuencia y la gama de colores que se desprendían de los parches de Tony Austin y Ronald Bruner, acolchonados por el bombo, el virtuoso contrabajo de Miles Mosley, el deleite de la orquesta tocando despacio dejando así al ingeniero y los micrófonos hacer su trabajo meticulosos (como quien carga a un recién nacido), lograron crear una máquina de jazz. O dicho de mejor manera: una máquina de humildad y virtud.
A un lado de Kamasi, se protegió Ryan Porter bajo la transgresión de un trombón conectado a octavadores, y por supuesto, la entrega vocal de Patrice Quinn y el scratch de Dj Battlecat, que hizo de este show, un acto de humildad, respeto y amor entre todos los que, sin saberlo, por unos minutos se sintieron en paz y pudieron apreciar uno de los mejores actos en vivo que el jazz contemporáneo tiene ya en sus libros de historia.
Los tiempos de Kamasi Washington, son perfectos.
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