Primer vistazo: Ant-man and the Wasp (sin spoilers)

Hector Padilla   09/07/2018

Hector Padilla | Conductor

Héctor Padilla cuenta con 19 años de experiencia en medios de comunicación y entretenimiento. Fue la radio su primer medio y seguramente, el último....

No es fácil ser el Hombre Hormiga.

No es fácil ir diciendo por las calles: “Soy un superhéroe que se hace chiquito y que puede controlar hormigas”

Nunca ha sido fácil y por eso el Ant-man original en los cómics, Hank Pym, ha tenido tantas identidades diferentes, porque el recurso se agotó rápidamente.

No es culpa de Stan Lee pues seamos sinceros: si no se lo ocurría a él, alguien más lo inventaría.

Fue hasta que llegó Scott Lang, el segundo Hombre Hormiga, que el personaje se volvío un poco, sólo un poco, más interesante. Porque su diferenciador recaía en la complejidad de un superhéroe ex-convicto y no en los superpoderes. En ese camino, también Pym se volvió más atractivo a sólo ser como el chorrito, que se hacía grandote y se hacía chiquito.

No es fácil ser el Hombre Hormiga. Tampoco en el cine.

Porque Paul Rudd es maravilloso dándole vida a ese incomprendido Lang. Porque es maravilloso y medio cada que recordamos que su única motivación es su hija, como se refuerza en la película secuela.

Porque visualmente, así como en la primera, no tenemos queja alguna y es lo más atractivo de estas cintas. En lugar de ver galaxia génerica número 8, es un agasajo para los ojos ver cómo los carritos de juguete se convierten en aliados indispensables y los cuchillos para partir carne en la cocina, en artefactos mortales.

Pero de ahí, no más.

Dos villanos: un mafiosillo de cuyo nombre te olvidas al terminar los créditos, y una que tenía mucho potencial para convertirse en una verdadera amenaza, pero termina por ser una alma en pena.

Una dinámica que se quedó varada y no crece entre los protagonistas Papá/Mentor, Hija/Novia y Alumno/Novio

No es fácil ser el Hombre Hormiga. Porque alcanzó lugar hasta después de Avengers: Infiniy War y entonces se queda corta.

Aún cuando su intención sea otra. Pero entonces, dentro de su misma cancha, tenía que volar la pelota, y no lo consigue.

Y porque en ese mismo juego y dentro del mismo equipo, sus primos, los Guardianes de la Galaxia, lo han hecho mejor.

No es fácil ser el Hombre Hormiga. Y al ser parte del Marvel Cinematic Universe, debe tener cuidado: no lo vayan a pisar.

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