Animalería: 3 errores comunes que cometen los dueños de gatos.
Gustavo Reyes @GusMascotas Fotos: Pixabay 26/07/2018


Gustavo Reyes @GusMascotas Fotos: Pixabay
1. PERMITIR QUE TU GATO VAGUE AL AIRE LIBRE SIN SUPERVISIÓN: Si bien es cierto que vivir en un espacio cerrado no es un entorno completamente natural para tu gato, dejarlo vagar libremente al aire libre en realidad representa un riesgo mucho mayor para su salud y longevidad.
En el exterior tienen una probabilidad mucho mayor de exponerse a virus y otros patógenos que causan enfermedades graves. También pueden intoxicarse inadvertidamente o volverse presa de perros u otros animales.
Las peleas entre gatos también es algo común y por lo general el perderdor es el gato que no vive en la calle y que no está acostumbrado a las peleas.
Los gatos con acceso al aire libre durante el invierno buscan calor en lugares peligrosos como debajo de llantas o dentro de un coche estacionado. También se han visto casos de gatitos lanzándose a los coches en movimiento después de haber sido sorprendidos por algo o por otro animal que los está persiguiendo.

Cómo corregir este error: Enriquece el entorno de tu gato dentro de tu hogar. Trata de crear espacios que no lo estresen y reducir o eliminar los eventos inusuales externos que le causan ansiedad.
Puedes añadir o cambiar cosas en el entorno de tu mascota que lo animen a realizar actividades felinas como si estuviera en la naturaleza tales como escalar hasta un punto alto o cazar una “presa” en forma de juguete para gato.
Dado a que los cambios son desconcertantes para los gatos, no debes forzarlo a nada. Por ejemplo, si decides comprar un árbol para escalar, colócalo en un lugar apropiado y deja que tu gato lo descubra bajo sus propios términos.
Si tienes un jardin seguro y completamente cerrado o bien un patio en el que pueda estar tu gato sin que se salga o sin que entren otros animales, entonces tu gato puede pasar tiempo disfrutando del exterior cuando hay buen clima. No te recomiendo dejar a tu gato en esos lugares si tú no estás en casa.
2.- PERMITIR QUE TU GATO ENGORDE: Alimentar excesivamente a tu mascota no es un gesto de amor. Los gatos con sobrepeso no viven tanto tiempo como los gatos con un peso normal. Además, cargar peso extra en un cuerpo tan pequeño como el de un gato estresa tremendamente las articulaciones, tendones y los ligamentos lo que puede causar artritis.
Los gatos con sobrepeso tienen grasa en lugares que no se pueden ver. Por ejemplo, la acumulación de depósitos de grasa en el pecho y en el abdomen puede restringir la capacidad de los pulmones de tu gato de expandirse, haciendo que se les dificulte respirar. La obesidad es el principal factor de riesgo para la diabetes mellitus en gatos. También pueden desarrollar hipertensión (presión arterial alta), lo que puede impactar negativamente es sus sistemas de órganos principales.
Los gatos con sobrepeso u obesidad generalmente están predispuestos a la enfermedad del hígado graso, un trastorno potencialmente mortal también conocido como lipidosis hepática. Si no se trata, el hígado falla y el gato muere a causa de este problema.
Su gatito con sobrepeso también está en riesgo de la enfermedad felina del tracto urinario inferior (FLUTD), lo que puede crear cistitis (inflamación de la vejiga), infecciones en el tracto urinario, cálculos urinarios, tapones uretrales, cáncer y otros trastornos.
Los gatos con sobrepeso también tienen mayor riesgo de complicaciones quirúrgicas, mala función inmunológica, trastornos de la piel, estreñimiento y ciertos tipos de cáncer.

Cómo corregir este error: Dale a tu gato una alimentación apropiada para su especie, equilibrada y con porciones controladas. En mi experiencia, la mayoría de los gatos con sobrepeso son alimentados con comida seca y en horarios distintos, lo que significa que se la pasan comiendo todo el día alimento que los engorda.
Asegúrate de que tu gato tenga algo que escalar en casa, como un árbol para gatos de varios niveles o una torre. Invierte en juguetes interactivos para motivar a tu gato a moverse.
Convierte la hora de la comida en sesiones de ejercicio. Toma el tazón de tu gato y camina alrededor de la casa con él, tu gato te seguirá. Para de vez en cuando y dale un poco de comida. Después de 10 a 20 minutos y de haber hecho ejercicio, puedes poner el tazón sobre el piso y dejar que se lo termine.
3.- NO COLOCAR EL RASCADOR EN EL LUGAR ADECUADO PARA EL GATO: Rascar es una costumbre ancestral e innata que los gatos llevan a cabo. No solamente sirve para afilar sus uñas, con las que deben cazar sus presas, también sirve para impregnar los muebles de su olor corporal. Es una forma más de marcar su territorio. Sin embargo muchos propietarios ignoran lo importante de colocarlo en donde el gato lo prefiera y del material adecuado.
Es importante enseñar a nuestro gato a usar el rascador si queremos evitar que nuestros muebles acaben destrozados, deshilachados y rotos. La gran mayoría de gatos aprenden por si solos a utilizar el rascador pero no en otros casos deberemos guiar a nuestro felino para que lo haga.

Cómo corregir este error: Si tu gato parece tener predilección por rascar algún mueble o sofá en concreto, ése será el lugar idóneo para situarlo.
Animar a tu gato a utilizarlo: Poner una bola, plumero o ratón colgando del rascador será una forma estupenda de animar a tu felino a acercarse y a manosear el nuevo objeto, al que acudirá por pura curiosidad y diversión.
En principio tu gato debería empezar a utilizar el rascador de forma natural ya que para ellos el hecho de limarse las uñas es agradable y muy beneficioso.
Impregna el rascador con su olor: Frota su manta contra el rascador para que tu gato lo sienta como algo suyo y tenga el instinto natural de frotarse contra él.
El truco de la hierba para gatos: Si a tu gato parece gustarle el catnip no dudes en situarlo cerca del rascador e incluso de frotar la hierba contra él.
No le dejes rascar los muebles: Si tu gato es aún un cachorro, al observarle arañando otro mueble debes cogerlo con cuidado y llevarlo directamente al rascador.
Hazte con otro rascador: En ocasiones el propio diseño del rascador no les gusta. Puedes hacerte con uno que se pueda adherir al sofa para simular la misma forma y evitar que destroce tus muebles.
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