Animalería: Diabetes en perros y gatos
Gustavo Reyes @GusMascotas Fotos: Pixabay 13/02/2019


Gustavo Reyes @GusMascotas Fotos: Pixabay
La diabetes mellitus no es una enfermedad exclusivamente de los humanos. La presencia de diabetes en perros y gatos, es en los últimos 30 años cada vez mayor. Tanto los perros como los gatos pueden necesitar tener controlada y regulada la cantidad de azúcar en sangre a través de controles diarios y mediante la administración de insulina.
La diabetes es una enfermedad que ocurre cuando el organismo del animal no es capaz de producir insulina o bien de usarla correctamente. Esto hace que tenga niveles de azúcar en sangre demasiado altos, algo muy peligroso para la salud.

¿Qué es la insulina y por qué es tan importante para el cuerpo?
La insulina es una hormona que se produce en el páncreas y que permite que las células del organismo de un animal puedan aprovechar la glucosa (el azúcar) de la sangre y utilizarla para funcionar.
La glucosa es “la gasolina” del cuerpo, es lo que permite al organismo producir energía, que luego las células utilizan para llevar a cabo procesos vitales como la digestión, la reparación de tejidos, la multiplicación celular, etc.
Es decir, las células necesitan glucosa porque ésta es su “combustible”, pero a su vez necesitan la insulina para captar esa glucosa presente en la sangre. Por lo tanto, sin insulina las células no pueden detectar la glucosa, interpretan que no hay, y envían señales para que el cuerpo produzca más. Este es el origen de la diabetes en perros, gatos, personas y en otros animales.
Existen dos tipos de la enfermedad:
Diabetes tipo 1 o insulino-dependiente: se da cuando el páncreas del perro no produce suficiente insulina. En este tipo, la administración de insulina de por vida es necesaria como tratamiento para la enfermedad.
Diabetes tipo 2 o no insulino-dependiente: ocurre cuando hay suficiente insulina pero el cuerpo no es capaz de usarla adecuadamente o bien cuando el páncreas produce insulina pero no toda la que el organismo necesita.
Perros con diabetes
En el caso de los perros, mayoritariamente, el tipo de diabetes que presentan es la tipo 1. Los dueños de estas mascotas no tienen elección. Si quieren tratar de forma correcta a sus animales deben ponerles varias veces al día inyecciones durante toda su vida.
Como ocurre también en los humanos, la cuestión genética también juega sus cartas. Por ese motivo las razas más propensas a desarrollar diabetes tipo 1 son los beagle, los caniches, los schnauzer miniatura, los teckel y los golden retriever, entre otros.
Gatos con diabetes
El caso de los gatos es diferente. Los gatos mayoritariamente presentan diabetes tipo 2, es decir una deficiencia de insulina que han adquirido por sus malos hábitos debido a que en muchas ocasiones las personas privan a los gatos de su ejercicio diario y no tienen un correcto cuidado en su alimentación.
La diferencia en el tratamiento de los gatos con diabetes tipo 2, en comparación con los perros, es que las inyecciones de insulina se pueden aplicar con un tiempo limitado. Si cambia la dieta de la mascota y sus hábitos son menos sedentarios, la aplicación de la insulina puede llegar a desaparecer.

Los síntomas de la diabetes incluyen:
El perro o gato orina mucho y con mucha frecuencia (poliuria)
Beben más agua de la normal (polidipsia)
Comen mucho más que antes, pero no engorda (polifagia)
Letargia: las mascotas se muestran cansadas y poco activas
Formación de cataratas en los ojos y pérdida de visión (son más comunes en perros que en gatos): las cataratas son la complicación más frecuente, y una de las más importantes, asociada a la diabetes en perros. Son irreversibles y pueden evolucionar con bastante rapidez. En la mayoría de los perros diabéticos, las cataratas aparecen en los 5 o 6 meses después de haberse diagnosticado la diabetes.
Otros problemas: abdomen hinchado, vómitos y diarrea, crisis convulsivas, etc.
Tratamiento de la diabetes
Administración de insulina: se suele pautar la administración de insulina de manera que es el mismo propietario quien la inyecta diariamente a su perro o gato ( aunque actualmente se están desarrollando pastillas para que sea más fácil su administración). Igual que ocurre con las personas, hay que regular artificialmente los niveles de insulina del cuerpo ya que el organismo, por sí mismo, no es capaz de hacerlo.

Dieta adaptada: por comodidad, se suele elegir una dieta a base de croquetas veterinarias para perros y gatos diabéticos aunque también es posible ofrecer dietas naturales adaptadas. Consulta con tu veterinario para conocer la mejor opción.
Aumento del ejercicio moderado: el ejercicio es bueno y necesario para los perros y gatos diabéticos. En el caso de los gatos puedes enriquecer su casa con juguetes y repisas que impliquen mayor movimiento.
En el caso de las hembras, se recomienda la esterilización para evitar desajustes hormonales que puedan interferir con la diabetes.
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