Centro Histórico de la CDMX, en silencio y de luto

Un inusual murmullo se escuchaba en el Centro Histórico de la Ciudad de México, la tarde de este jueves.

Tras el sismo del pasado 19 de septiembre, los comercios echaron cortinas abajo.

El miércoles, el centro, la zona de mayor bullicio en la capital del país, estuvo casi desierta.

Fue hasta este jueves que la apertura de locales fue más notoria, aunque era notable una característica poco vista en el primer cuadro: El silencio.

El estruendo que surge a diario desde locales comerciales, de los puestos de música o películas, y de tiendas, ayer estuvieron ausentes.

Si bien había comerciantes, compradores y turistas, en el centro de la Ciudad de México, tampoco estuvo presente el intenso ruido del tráfico.

Incluso la actividad comercial era notoriamente baja.

"¡Ya se acabó el temblor! ¡Ya compren!", gritaba un repartidor de volantes en Motolinía.

"Así estuvo ayer y así seguirá unos días", expuso el gerente de un restaurante de la calle Isabel La Católica. De sus 40 mesas sólo estaban ocupadas tres.

A lo largo de los últimos dos días, 12 brigadas conformadas por el Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México, la UNAM, la Autoridad del Centro Histórico y la Secretaría de Gobierno capitalina recorrieron el primer cuadro para evaluar el estado de los edificios habitacionales de la zona.

De acuerdo con Mariano Leyva, titular del Fideicomiso, puntualizó que hasta esta noche habían sido revisados 600 inmuebles de los que sólo alrededor de 40 tenían daños de consideración.

Explicó que en el transcurso de la semana continuarán con las evaluaciones, y será la próxima semana cuando se entregue el expediente a la Secretaría de Protección Civil para que sea esa dependencia la que determine si se evacuan los inmuebles.

Víctor Zavala, vecino del centro desde que inició el repoblamiento del primer cuadro puntualizó que es notable que en el Centro Histórico no hubiera daños de consideración, como sí los hubo en 1985.