#CoachellaRMX: Ellos se llaman: Greta, Greta Van Fleet

Esa era la respuesta a muchos, que curiosos, se acercaban a las afueras de la carpa Mojave al ver que la gente se comenzaba a aglomerar para el siguiente acto. Entre la multitud, se escuchaban las referencias a Led Zeppelin y AC/DC. Se notaba gente orgullosa de poder llegar temprano, después de haber sorteado el calor infernal del desierto solo para presenciar a una de las promesas que el Rock And Roll Norteamericano tiene para ofrecer y para llenar espacios, que desde hace pocos años, han sido tomados por proyectos en sus giras de “ el adiós” o de: “el regreso” para así buscar, más que el sonido del Rock; la nostalgia ante la invasión de mucha música diferente al gusto de los asistentes a esa carpa. Aunque la sorpresa fue que el grueso del público en espera, era de adolescentes. Al parecer, ven en el cuarteto algo que para ellos no tiene comparación alguna.

Greta Van Fleet salió al escenario con un look bien articulado como si Hendrix hubiera conocido a Lana del Rey. Con algo de nervios en su expresión, pero con el temple que da el pararse en un escenario donde la mayoría de adultos contemporáneos opina que “son una copia”; Greta Van Fleet salió firme a demostrar que son y serán más que eso con el paso del tiempo. Basta escuchar el primer grito del vocalista Josh Kiszka acompañado de la Gibson Sg con Marshall y un Fender Precision con gabinete de Ampeg, para dar ese sonido a Rock & Roll que también reclama su lugar. Y si hay una silla con ese nombre, seguro será por los años venideros: el lugar de Greta Van Fleet.