Festival NRMAL, una fiesta para celebrar la diversidad musical

Texto y Fotos: Héctor Elí   08/03/2018

Texto y Fotos: Héctor Elí

NRMAL es una fiesta que celebra la diversidad musical. En 2010, el festival comenzó en el norte del país con el propósito de generar escenas en donde no existían. Ahí en el límite de las fronteras ideológicas donde la música popular está representada por la banda, la norteña y los corridos, nació un espacio donde lo experimental rompió esquemas.

Ocho años después y con ediciones memorables en Ciudad de México, donde artistas de la talla de Slowdive -mítica banda de shoegaze que se presentó en 2016-, NRMAL sigue con la misma esencia: ser el lugar impopular donde la música sea la mejor, no la que todos escuchan.

El talento indiscutible de la banda chilena, Miss Garrison, hizo vibrar en el escenario principal (que se encontraba dividido en dos) con Francisca Straube a la batuta, quien tocó de forma magistral las percusiones y cantó con una euforia tal, que el resplandor del levantamiento de las mujeres frente al machismo -uno de los temas contextuales del año- podía sentirse en el ambiente.

El sazón cumbiero de Los Gaiteros de San Jacinto contagió a los asistentes al caer la tarde. El baile arrasó con el pastizal y la cumbia dejó un sabor latino que contrastó con la llegada de Felix Kubin al anochecer. Heredero de Kraftwerk, el músico alemán jugó por una hora con sus sintetizadores y cerró con un cover a Klaus Nomi, el icónico personaje mimo que irrumpió en la escena musical influyendo el trabajo de artistas como Bowie y Morrissey.   

En el otro lado del Deportivo Lomas Altas, el ya consolidado patio militar del que se ha servido NRMAL para alojar a sus asistentes, la electrónica y el afrofuturismo de Yves Tumor dejó en un estado de éxtasis a sus seguidores que con un poco de sustancias encima describieron su acto como una mismísima estancia en el infierno: el músico usó luces rojas durante la presentación.

A la misma hora, el escenario principal recibió a Mac DeMarco, el todavía adolescente músico que se ha descrito a sí mismo como un meme. Su jizzy jazz (así le llama a su estilo musical) divirtió a una audiencia ávida de canciones como “Freaking Out The Neighborhood”, “Salad Days” y temas de su más reciente disco This Old Dog. DeMarco cerró su presentación con su oda a la soledad, “Chamber Of Reflection”, y un cover a los Red Hot Chili Peppers.

Cornelius, banda japonesa que irrumpió en la industria como parte del movimiento shibuya kei, término que describe la oleada de músicos pop originarios de Asia, mangoneo a placer el ritmo y (en genseral) las reglas de la música al presentar su más reciente producción discográfica Mellow Waves. Tal fue la expectación de su regreso, que la prensa japonesa fue invitada al festival.

Explosions In The Sky, tal cual su nombre describe, perpetró el desencadenamiento de las ondas sonoras a lo largo y ancho del Deportivo Lomas Altas con un volúmen que seguro despertó a los habitantes de Santa Fe, infierno urbano ubicado a kilómetros del recinto. El estruendo de la melancolía salido directamente de sus amplificadores fue suficiente para dejar un saldo épico de satisfacciones en los corazones de los seguidores más puristas del post-rock, aunque tal es la exquisitez de la banda, que ni ellos mismos se catalogan dentro del género musical.

Por noches como las del sábado 3 de marzo es que NRMAL es y seguirá siendo uno de los festivales más propositivos del país.

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