Silencio: La negación de uno mismo
16/03/2017

Silencio: La negación de uno mismo

Noticias RMX
La película del director Martin Scorsese, estrenada en nuestro país el 24 de febrero de 2017, es una arriesgada apuesta por un cine comprometido con la historia. Decimos arriesgada porque la trama se basa en un suceso histórico del que poco se ha hablado, retratado en la novela homónima de Shūsaku Endō, pero jamás llevado al cine.
Ambientada en el Japón feudal del siglo XV, la película narra el viaje de dos jesuitas portugueses que van en busca de su desaparecido mentor, el padre Cristóvão Ferreira, quien en su última carta a la Compañía de Roma relata las persecuciones y torturas que llevan a cabo los japoneses contra los misioneros. En dicha carta queda claro el temple del padre Ferreira, pues asegura que no se rendirá en la misión de cristianizar a los pobladores japoneses, cuya religión es preponderantemente budista, y resistirá los tormentos con los cuales buscan obligarle a "apostatar", es decir: abjurar de su fe.
Scorsese demuestra, una vez más, que puede nadar en cualquier agua, pues Silencio poco o nada tiene en común con su última película, El Lobo de Wall Street, o clásicos suyos como Taxi Driver. Silencio, sin duda, parte de otras premisas, y no es para cualquier público. Interesará, sin duda, a los apasionados por la historia, y seguro sorprenderá a uno que otro despistado, pero no a aquellos que sólo busquen ver "un filme más de Scorsese".
Silencio, para empezar, condensa un arduo trabajo historiográfico para el cual Scorsese cuidó hasta el último detalle, siendo asesorado por historiadores y sacerdotes jesuitas que estuvieron presentes durante todo el proyecto. Esto hace posible que los espectadores puedan presenciar un acontecimiento histórico tan desconocido como lo es el de las misiones de cristianización en el Japón feudal, con un realismo sin precedentes.
Además, Silencio se presenta como una invitación a reflexionar en torno a cuestiones morales como el sacrificio, la misericordia y el compromiso. No por nada, en una entrevista a La Civilità Cattolica, Scrosese asegura tener una "obsesión por la dimensión espiritual de la vida", y cuenta que de joven tuvo "la suerte extraordinaria de conocer a un cura espléndido, el padre Principe. Aprendí muchísimo de él, incluyendo la misericordia hacia uno mismo y hacia los demás. En la compasión es esencial la negación de uno mismo”.
Invitamos a ver esta impecable obra cinemtaográfica, pues, además, en términos técnicos podemos decir que tiene una fotografía bien cuidada, así como actuaciones que no defraudan, tanto de veteranos como Liam Neeson como de nuevas estrellas de hollywood como Andrew Garfield, actores que, como sea, ya son una buena garantía.
COMPARTE TU OPINIÓN