Viajar puede que no sea barato, pero sí que es transformador
The Huffington Post 14/08/2017

Viajar puede que no sea barato, pero sí que es transformador

The Huffington Post
Las personas viajan por muchas razones. Para ver un monumento o ciudad específica. Para escapar del invierno y relajarse en la playa. Para ver a los seres queridos o visitar a amigos. Para esquiar en una montaña con un paisaje de ensueño o surfear en un lugar de fama mundial. Para enfiestarse arriba de un autobús con jóvenes como un "rito de iniciación". O simplemente para reubicarse debido a un nuevo trabajo.
Todas estas razones son válidas y generalmente son "aceptadas". Sin embargo, estas son a las que yo llamo vacaciones o lo que haces en días festivos. Pero no un viaje, o una travesía que generalmente dura muchos meses, sino es que un año o más. Un viaje no es irte 10 días a Bali en un hotel "todo incluido".
Cuando alguien quiere irse de viaje producto de una reciente ruptura, la muerte de un ser querido, luego de una renuncia o cualquier otro tema personal que les haya tocado vivir, es visto de una manera muy diferente.
Eres acusad@ de huir de tus problemas o estar en la búsqueda de "algo" que no encontrarás. Las personas te dirán que la hierba no siempre es más verde del otro lado y que estás loc@ por marcharte y dejar a tus familiares y amigos en este tiempo de incertidumbre.
Así que la próxima vez que te sientas abrumad@ y digas que te quieres ir de viaje, yo solo recomiendo algo: vete.
Escribo este texto para refutar esas opiniones. No porque me importen las opiniones de los otros, sino porque quiero explicar.
Ya sea para descubrirte a ti mismo y saber qué es lo que quieres, o lograr que se aclaren las cosas respecto a algún aspecto de tu vida, no puedo pensar en mejor solución que aventarte a lo desconocido y averiguar cómo funcionan las cosas, todo mientras viajas por el mundo. Puede que realmente seas más feliz en otro lado. Todo depende.
Yo siempre digo, si no puedes cambiar tu situación, cambia tu ubicación.
No hay duda alguna de que subirte a un avión y sumergirte en una cultura completamente diferente te ayudará a distraerte de lo que sea que te haga daño, pero también traerá otras cosas a tu vida: felicidad y perspectiva.
Los viajes como terapia se tratan de "perderte" en una nueva ciudad, descansar en la arena de una playa mexicana o practicar senderismo en la ruta Kokoda, en Papúa Nueva Guinea. No importa a qué lugar vayas o lo que hagas, el punto es aventurarse y disfrutar de ti mism@.
Descubrirás nuevas cosas sobre ti: qué es lo que realmente importa, y qué ya no.
Ver las cosas desde una perspectiva diferente hará que aprecies tu hogar y lo que tienes. Darte cuenta de lo afortunad@ que eres al vivir en tu país en comparación con lo que puedas ver en otros te hará sentir agradecid@ y ayudará a balancear tu perspectiva.
En el mejor de los casos, viajar cambiará todos los aspectos de tu vida y regresarás con una mejor posición en comparación a la que tenías antes. En el peor de los casos, te dará tiempo a solas para pensar y enfocarte realmente en lo que quieres, así como qué hacer en tu próximo viaje.
Algunas personas, como yo, viajarán durante toda su vida. Nunca "acabarán". Siempre buscaremos nuevos lugares. Así somos y no esperamos que las personas que toman vacaciones nos entiendan. No es una mejor o peor manera de vivir, solamente diferente.
Así que la siguiente vez que te sientas abrumad@ y expreses esas ganas de querer viajar, hazlo. No dejes que te digan lo contrario. Podría cambiar tu vida, o al menos, será un hermoso escenario para esos tan necesarios cocteles. Si puedes date un mes para desconectar de tu vida y no solo del trabajo.
Bon voyage.
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