Animalería: Desmitificando al Pitbull
Gustavo Reyes @GusMascotas 29/07/2017


Gustavo Reyes @GusMascotas
El American Pit Bull Terrier es una raza con una inmerecida fama de violenta y agresiva. Debido a sus orígenes y al actual mal uso que le dan algunas personas irresponsables, aunado al boom amarillista de los medios de comunicación y redes sociales, no es de extrañar que protagonice un sinfín de leyendas urbanas en las que es pintado como un monstruo. Sin embargo, los que han tenido la oportunidad de convivir con esta raza y romper con estos mitos, pueden constatar que en realidad son perros de lo más cariñosos y divertidos.

El Pit Bull es entusiasta, fiel, divertido, vital, protector y de ideas muy fijas (por no llamarle terco). Con los niños es muy tolerante, se deja acariciar por ellos y es muy participativo en sus juegos, sin embargo, es muy importante que bajo ninguna circunstancia y sin importar la raza, se dejen a niños con perros sin supervisión.

El Pit Bull es un perro ágil, atlético, fuerte y con una musculatura muy bien definida, pero no es una raza especialmente grande. Es un perro increíblemente fiel que formará lazos con toda su familia humana, pero siempre guardará un lugar especial en su corazón hacia la persona que él decida que es su mejor amigo. Es un perro que siempre estará ahí para su dueño.

Esta raza está llena de energía, por lo que es necesario sacarlo a dar largos paseos cada día y proporcionarle sesiones de juego regulares. Se lo debe empezar a sociabilizar desde cachorro.
Los Pit Bull son ¿agresivos y peligrosos? A pesar de la mala fama que recibe la raza, no todos los Pit Bull son agresivos ni peligrosos. Al contrario, la mayoría son mascotas que no causan mayor problema ni ponen en riesgo a nadie. Eso tampoco quiere decir que todos los perros Pit Bull terrier americano sean sociables y muy amigables. Eso dependerá totalmente del tipo de educación que haya recibido.
La agresividad depende de cada perro en particular y no es una característica exclusiva de una raza. Esto depende de su socialización, el adiestramiento, el cuidado que reciben de sus propietarios y la manera en que son manejados e incluso del estado de salud física y emocional del perro. Pero algo que no podemos afirmar en esta o ningún otra raza es que es algo genético, son una gran cantidad de causas las que desembocarían en una agresión.

Los Pit Bull son peligrosos porque sus mandíbulas se bloquean al morder: Un mito tan común como absurdo. No existe ningún mecanismo anatómico ni fisiológico que permita que sus mandíbulas se tranquen. En este sentido, la mordida del Pit Bull es exactamente igual que la de cualquier otro perro.
El cerebro del Pit Bull crece más de lo que permite su cráneo y por ello es agresivo: ¡Esto completamente falso! Este mito se originó en relación al perro Doberman cuando esa era la raza temida del momento. No es cierto, ya que si el cerebro llegase a crecer más de lo que permite el cráneo, los perros simplemente morirían.
Los Pit Bull no sienten dolor cuando pelean: Los pit bull sienten tanto dolor como otros perros, pero durante actividades emocionalmente intensas ese dolor puede pasar a segundo plano debido a que otras respuestas fisiológicas son más importantes para la supervivencia del organismo. Esto ocurre también con perros de otras razas que pueden soportar situaciones muy dolorosas debido a la adrenalina del momento. Los Pit Bull sí sienten dolor y no merecen ser sometidos a peleas ni otras crueles prácticas.
Todos los Pit Bull pelean con otros perros: No es cierto que todos los Pit Bull peleen con otros perros. Existen perros sin importar la raza que reaccionan con otros perros (por dominio, miedo, etc.) y no pueden socializar bien con su misma especie, pero también existen perros que son muy amigables con otros de su especie.
A cada Pit Bull SE LE DEBE EVALUAR COMO INDIVIDUO Y NO COMO RAZA. Algunos de estos perros serán sociables con perros y otros no.
Un Pit Bull agresivo no se puede rehabilitar: A pesar de todas las cualidades que tiene por ser un perro de relativamente sencilla socialización y cuidados, los Pit Bull se han convertido en los protagonistas de escándalos mediáticos de la actualidad, desplazando de esta escena a otras razas que también fueron estigmatizadas como violentas. Pero ¿por qué esta raza llama tanto la atención? ¿Por qué nos empeñamos en satanizar a un animal? ¿Son en realidad una válvula de escape mediático? ¿Por qué generar mitos con respecto a un animal en lugar de mirar al ser humano que los cría?
Algunos Pit Bull, como cualquier perro de alguna otra raza, que desarrollan conductas agresivas o que han sido usados para peleas, deben hacer un largo recorrido hasta rehabilitarse completamente. Y a pesar de que puede llevar un tiempo, con paciencia y los tratamientos adecuados que van desde modificaciones de la conducta hasta en algunos casos con el apoyo de medicamentos y etólogos veterinarios, muchos de ellos pueden perfectamente ser rehabilitados, siempre de la mano de un profesional experimentado en este tipo de comportamiento. Nuevamente, cada caso debe ser evaluado individualmente y no se debiera juzgar a todos los perros de la raza como si fuesen un solo individuo. Y mucho menos dejarnos llevar por lo que vemos en los medios de comunicación sin antes conocer el tema.

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