Animalería: Detecta a tiempo la leucemia en tu gato

Gustavo Reyes/@GusMascotas   19/07/2017

Gustavo Reyes/@GusMascotas

El virus de la leucemia felina (FeLV por sus siglas en inglés) es un retrovirus que infecta a los gatos. Es responsable de numerosas enfermedades y complicaciones posteriores, que pueden ser letales. Una de ellas es la leucemia, pero otras dolencias derivadas del FeLV incluyen enfermedades hepáticas, anemia, leucopenia, infecciones oportunistas, etc.

La Leucemia viral felina es un cáncer que afecta a los leucocitos, un tipo de glóbulos blancos presentes en la sangre y la médula ósea que se encargan de defender al organismo contra infecciones y otros agentes externos.

Al tener leucemia felina, el sistema inmunológico pierde su fuerza y el gato es incapaz de luchar contra otras enfermedades que aparezcan después, con lo cual hasta un simple catarro se le puede complicar.

Síntomas: Cuando se da el contagio habrá una primera etapa de entre 2 semanas y tres meses, en las cuales pueden NO observarse síntomas. En caso de que sí se presenten los síntomas de la leucemia felina son variados, e incluyen:

Fiebre

Encías pálidas

Poca ingesta de alimentos

Vómitos o diarrea.

Pelaje reseco, sin brillo y heridas en la piel del gato

Aparecen otras enfermedades (de vejiga, respiratorias, bucales, anemia, etc).

Hacen sus necesidades fuera de la caja de arena (Este síntoma, no necesariamente refiere a leucemia)

Si tu gato presenta estos síntomas, pero también si le permites salir de casa o no lo has vacunado, debes acudir de inmediato al veterinario para que le realicen una revisión y le realicen la prueba de leucemia felina.

¿Cómo se contagia la leucemia felina: La leucemia felina se transmite de un gato infectado a uno sano, a través de: saliva,  lágrimas y todo tipo de secreciones incluyendo las nasales. Pero también puede darse el caso de que una gata preñada contagie a sus crías en el útero o durante la época de lactancia.

Hay muchas situaciones en la vida cotidiana de un gato que esté en contacto con otros gatos en que se producen situaciones de riesgo. El contagio de leucemia felina puede darse por ejemplo entre gatos que se lamen, durante peleas callejeras o por el uso continuado del mismo bebedero.

La incidencia de la leucemia felina es mucho mayor entre poblaciones de gatos que viven juntos, ya que uno contagiado estaría exponiendo a los demás diariamente.  Un lugar de riesgo son las colonias de gatos en las que los gatos viven libres, pero se alimentan juntos. Un solo gato de la colonia puede extiender el virus a los demás.

Si tu gato jamás sale de casa y no tiene contacto con ningún otro gato, las posibilidades de un contagio de leucemia son muy bajas. Pero si tu gato, aunque viva en casa sale al jardín o al tejado, el riesgo aparece.

Por esto es recomendable que si ya tienes un gato, antes de adoptar otro es vital que le hagas las pruebas de leucemia felina. Existen diversas pruebas rápidas que tu veterinario puede ofrecerte para diagnosticarlo.

Y recuerda que si da positivo, es una enfermedad que si bien no tiene cura sí tiene un tratamiento que puede ofrecerle calidad de vida a tu gato, por ello no hay razón para sacrificarlo ya que pueden llegar a vivir varios años con una vida casi “normal”.

Por último,  es muy importante mencionar que la leucemia felina, no se trasmite a los seres humanos ni a otros animales domésticos. No hay razón para tener desconfianza en ayudar a algún gato que padezca la enfermedad o incluso adoptar uno para sea nuestra mascota.

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