Animalería: Protección de gatos ferales
Gustavo Reyes/@GusMascotas 19/07/2017


Gustavo Reyes/@GusMascotas
¿Qué es un gato feral?
Los gatos ferales son gatos que no han tenido prácticamente ningún contacto con los humanos, se suelen ver en las calles, lotes baldíos o edificios abandonados de todas las ciudades. Se trata de gatos que viven en estado salvaje o que han vuelto a la vida silvestre.
El término “feral” (salvaje) se utiliza para referirse a un animal que no puede ser abordado con facilidad por los seres humanos, aunque también este término puede aplicarse a cualquier animal doméstico sin contacto humano.
En la mayoría de los casos los gatos ferales no son totalmente salvajes, porque todavía dependen en cierta forma de la gente que les proporciona alimento o bien la obtienen de contenedores de basura o cazando las plagas que se generan a partir de esta misma basura como roedores, etc.

¿Gato callejero o gato salvaje?
Un gato callejero implica que era la mascota de alguien y que se perdió o ha sido abandonado. No suelen sentirse demasiado incómodos con la gente y con frecuencia se frotan contra las piernas de las personas o ronronean y maúllan. Es decir toleran e incluso buscan el contacto con los seres humanos.
Si un gato no se acerca a las personas, por el contrario están a la defensiva, bufan y arañan a quien se le acerque, se muestran a la defensiva o agresivos son gatos ferales. Generalmente podemos escucharlos en las noches, pero nunca sabemos en dónde están y son muy difíciles de capturar.

¿Cuán salvaje es un gato feral? Eso depende de varios factores. Para empezar, su edad. Después de seis o siete semanas, la capacidad de socializar de un gatito comienza a disminuir.
Ahora bien, un gato proveniente de una madre que era doméstica tenderá a ser menos salvaje que un gato que provenga de CINCO GENERACIONES que han sobrevivido al aire libre.
Si los gatos tienen contacto regular con las personas, serán menos salvajes que si viven en un lugar donde hay poca o ninguna relación.
Puede suceder que un gato proveniente de muchas generaciones de gatos ferales, con poco contacto con las personas sea absolutamente amistoso. Sin embargo ésta es una excepción.

Es importante reconocer que si un gato es salvaje, la opción más compasiva será permitir que siga viviendo al aire libre. Tratar de domesticar a tal gato es similar a intentar hacer de un león o un tigre un animal de compañía —puede ser que se tenga algún éxito, pero nunca será completo y solamente con mucho tiempo y paciencia.
Muchas personas bien intencionadas, convencidas de que “salvan” a un gato feral llevándolo a la casa, condenan al pobre animal a una vida debajo de la cama y a un miedo permanente, exponiendo su vida constantemente en su deseo de escapar de la casa donde lo tienen “rescatado”.
Sin embargo, si tienes la fortuna de encontrar gatos ferales que aún son cachorros y están dentro de la etapa de socialización, pueden ser adoptados y domesticados con paciencia por los seres humanos, siempre que sean retirados de su entorno natural antes de que los comportamientos verdaderamente salvajes se establezcan en ellos

¿Cómo ayudo a los Gatos Ferales?
Lo más adecuado es realizar lo que se conoce como TNR que es una técnica con la que se atrapan los gatos ferales, se les esteriliza y se liberan de nuevo. Lo primero que conseguiremos con esto es que evitar que se reproduzcan y con ello aminorar o inclusive erradicar los comportamientos clásicos del deseo de apareamiento (marcaje, peleas nocturnas, maullidos, etc) que tanto molestan a los vecinos. También con ello detenemos el crecimiento de la colonia y se le mantiene controlada y poco a poco va desapareciendo de manera natural y gradual.

¿Qué necesitas?
Lo principal es la voluntad de muchas personas. Primero es importante localizar a quien dar de comer a los gatos, ya que generalmente tiene la información de cuántos hay y de qué edades. Posteriormente, hay que contactar con un veterinario que se especilice en TNR porque no todos la practican; a continuación se debe solicitar el apoyo de alguna asociación que tenga experiencia en este tipo de campañas y preste las jaulas para atraparlos.
Es importante platicar con los vecinos acerca del proceso y de los beneficios que trae consigo para contar con el apoyo de toda la comunidad. Se requiere un lugar donde se puedan llevar acabo las esterilizaciones (puede ser un garage, cuarto, etc) y en donde los gatos puedan permanecer hasta que despierten de la anestesia, se revise que están en buen estado y sean liberados.

Una vez que los gatos han sido esterilizados se debe continuar el monitoreo de la colonia a fin de controlar a nuevos miembros hasta lograr por lo menos el 75% de individuos esterilizados. Es importante que a los que ya han sido castrados se les haga un corte en la oreja izquierda para identificarlos de los que no lo han sido.

Debemos procurar siempre el bienestar de los animales y bajo ninguna circunstancia permitamos el maltrato a ninguna especie. En el caso de los gatos ferales es muy común el maltrato, pero sobre todo el envenenamiento que además de ser un delito, resulta contraproducente en mucho sentidos; para empezar existen venenos que son altamente tóxicos y y pueden provocar que grandes áreas queden envenenadas siendo así zonas mortales no sólo para los gatos, sino para otro tipo de animales e incluso niños.
El querer “acabar” con los gatos ferales de una zona, simplemente genera un efecto vacío, es decir que cuando existe un espacio disponible nuevos gatos llegarían a la zona y sería un cuento de nunca acabar. Si tienes gatos ferales en tu zona, AYÚDALOS, contacta asociaciones protectoras especialistas en TNR y colaboren en conjunto por el bienestar de la comunidad felina y humana.
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