Animalería: ¿Por qué atacan los perros?
Rocío Gómez 02/08/2017


Rocío Gómez
Aunque la mayoría de los perros son inofensivos, es cierto que algunas veces pueden tener reacciones inesperadas y atacar a otros perros e inclusive a personas. Para prevenirlo, es necesario conocer algunas de las razones por las que un perro puede ponerse agresivo.
La agresividad de un perro generalmente está determinada por varios factores como dominio, falta de socialización o maltrato. En los perros, el 80 % de su conducta es adquirida y el 20% biológica, por lo que en gran medida, su comportamiento está determinada por la educación y trato que desde cachorros reciben por parte de sus dueños.
Los expertos coinciden en varias cosas:
1) Los ataques NO son exclusivos de una raza, hay casos individuales en las que el animal es peligroso.
2) Los ataques no se producen porque sí , generalmente hay una razón que lo origina
3) Los niños son las víctimas más frecuentes
4) La mayoría de las mordeduras de perro ocurren durante la interacción con su familia humana, por lo tanto la urgencia de educar a la gente y sus hijos sobre cómo evitar las mordeduras. Es importante entender que cualquier perro tiene la capacidad de morder y que mediante la comprensión de las razones más comunes de por qué lo hacen es posible prevenir los incidentes.
Causas Orgánicas: Con esto me refiero a problemas de salud o cambios hormonales. El dolor puede hacer que el perro más simpático muerda. Si tu perro tiene displasia de cadera, dolor de muelas, otitis severa o cualquier lesión crónica, instruye a tus hijos a mantenerse lejos de las zonas doloridas y a que sean suaves con el manejo del perro. Si tu perro se vuelve insolente sin razón aparente considera el dolor como una causa probable y haz una cita con su veterinario para un exámen físico completo.

En cuanto a los cambios hormonales son más difíciles de detectar pues no provocan dolor. Por ejemplo, el perro que pierde gradualmente la vista puede ser sorprendido con frecuencia por gente o perros que se le acercan. Igualmente el paso del tiempo también causa cambios fisiológicos que pueden derivar en agresión. Es una de las razones por las que hay que respetar la tranquilidad de los perros más viejitos.

Falta de socialización desde temprana edad: Durante sus primeros 6 meses de vida es importante que el cachorro sea expuesto a muchas personas diferentes, animales raros y situaciones inusitadas minimizando así el riesgo de que una fobia se desarrolle. Jamás te acerques a un perro desconocido y enseña a tus hijos a hacer lo mismo. Mordeduras por miedo pueden ocurrir cuando el perro se asusta por una situación o ruido al que no está acostumbrado, por lo tanto enseña a los niños a nunca acercarse sigilosamente a un perro o por detrás ni molestar a un perro dormido.

Por Dominio:
A) Hacia personas: La sobreprotección de los dueños tiene como consecuencia que no hay un control de liderazgo sobre el perro. Si tú mismo le otorgas al perro un estatus social superior al tuyo, no te obedecerá o lo hará sólo cuando quiera. Con los perros hay que ser afectuosos, pero deben comprender que nosotros ponemos las reglas de convivencia e impartimos disciplina. Cuando un niño se asusta con un perro lo primero que hace es correr, lo que lo convierte automáticamente en un juguete o en una presa. Crea y practica con los niños una rutina sobre qué deben de hacer frente a perro agresivo.

B) Dominio hacia cosas: La protección de posesiones es un problema común y por "posesión" en este caso puede ser cualquier cosa desde un juguete, la comida, su territorio y como ya lo mencionamos hasta un humano. Que quede claro que este comportamiento puede surgir en cualquier perro. Empieza a entrenar a tu canino a temprana edad para minimizar este tipo de comportamiento posesivo y no lo permitas aunque parezca muy "tierno". La enseñanza del comando "deja" o "suelta" funciona bien en la prevención de la agresión por juguetes y se recomienda cambiarlos constantemente para que no se obsesione con ninguno.

C) Dominio hacia comida: La agresión por comida puede ser evitada enseñando a tu perro a esperar mientras sirves su comida. Enséñale a sentarse o acostarse, luego retira su comida y luego vuelve a poner su plato en el piso. Acércate y de vez en cuando añade golosinas a su comida, así entenderá que alguien acercándose a su plato no es una cosa mala. Enseña a los niños a no molestar a los perros que están comiendo o masticando una galleta o hueso.

Por territorio o depredación hacia algún estímulo definido: En este tipo de agresión, los perros atacan para retirar a un extraño de su territorio. Es un tipo particular de agresión solamente se ataca a extraños. Por ejemplo: una moto o un ciclista.

Instinto maternal: La mascota mejor entrenada puede llegar a morder cuando tiene cachorros. Enseña a los niños a no acercarse a los cachorros alrededor de su madre y ten cuidado al manejarlos tú mismo. Asegúrate de que la madre y los cachorros tengan un lugar dónde sentirse seguros.

Maltrato: El uso de castigos ha sido asociado con conductas agresivas en perros. Corregir a tu perro no significa pegarle o dejarlo sin comida o agua. Es mucho mejor utilizar la educación en positivo que consiste en favorecer los comportamientos adecuados del animal, y premiarlos con estímulos positivos, como comida, caricias y felicitaciones verbales.

La falta de actividad física, el encierro en una jaula, el aislamiento en una azotea o cochera son maltrato. El perro es un animal de manada, que precisa de las relaciones sociales y los lazos que se establecen entre los diferentes seres de su entorno para desarrollarse de un modo sano. Sus paseos diarios son vitales pues no sólo reducen el estrés sino que les permite seguir con esta socialización.
RECOMENDACIONES FINALES:
Un perro puede llegar a morder en determinadas circunstancias, sin importar su raza, tamaño o apariencia.
La esterilización o castración ayudará a disminuir el riesgo de comportamientos relacionados con mordeduras. También es importante visitas periódicas al veterinario y tenerlo al día con sus vacunas.
Ejercítate y juega con tu perro, no sólo por la necesidad de una actividad física, sino para reforzar el vínculo con el animal. Evita juegos donde el animal gane o que sean agresivos: lucha libre, tira y afloja porque pueden conducir a problemas de dominio.
Entrena a tu perro: comando básicos como sentarse, quedarse quieto, venir y soltar algún objeto. NO permitas que tu perro se adueñe de la casa ni que vague libremente por donde quiera y por supuesto tampoco lo permitas en la calle.
Si tu perro muestra señales de agresividad busca ayuda de un profesional.
Tómate el tiempo para educar a los niños sobre el manejo canino y qué hacer en caso de un ataque.
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